Martita, así te vamos a recordar, en esa primera foto que te saca un diario rosarino el primero de junio del 2002. Habías perdido a tu hijo, Robertito, en la Avenida de Circunvalación, por causa de la rotura del pavimento el 24 de mayo (lo pavimentaron de inmediato, sacando la prueba del accidente). Y saliste con la fuerza del dolor a lograr que esa Avenida dejara de ser una máquina de matar: "Si esto no se arregla, juro por Dios que la Circunvalación se cierra, y no porque yo lo digo, sino porque hay muchísima gente que ha pasado momentos terribles aquí, en esta avenida", exclamaste mientras repartías volantes a los automovilistas. Pasaron siete años para que empezaran las obras. Te gastaron las defensas. Cuando la pérdida de un hijo no deja reservas, y no hay descanso, el dolor termina llevándote a sufrir en carne propia el dolor del alma.
Martita, hoy descansás en paz. Por fin tu dolor descansa. Te guardaremos en el corazón.
Algún día si se hiciera justicia, esa Avenida, en algún tramo, llevará tu nombre.
Las vidas que salvaste, con creces, te lo deben.
Ignoraba el fallecimiento de Marta Morit, lo lamento mucho. Mis condolencias a la flia. y amigos.
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